En plena Guerra Fría Carl Sagan propuso que el mejor acercamiento entre los soviéticos y Occidente sería una misión conjunta a Marte tripulada. Aunque la Ciencia es en su esencia amoral hay algo de bueno en la práctica intrínseca de ella y así parece revelarlo el reciente reporte Stern en donde con evidencias científicas se apoya el daño que el ser humano ha causado al planeta con la emisión de los gases de invernadero elevando la temperatura hacia finales de este siglo en 3 a 10 grados centígrados más.
Sin embargo, el único convencimiento con los poderosos que tienen la posibilidad de revertir el daño parece ser el Económico. Es acaso más importante el daño sobre nuestros bolsillos que las vidas que significarán sobre la población humana o de las especies animales afectadas.
Al igual que cuando se empezó a ajusticiar a Pinochet por los crímenes cometidos durante su sangrienta estadía en el poder y la reacción por esto de sus partidarios, para ellos fue más cuestionable el poner en tela de juicio el enriquecimiento ilícito del que fue parte, antes de que las miles de vida que se cobraron.
La solución del cambio global no está en nosotros la gente, lamentablemente, si así fuera quizás ya habría habido una concientización mayor, el revertir el efecto que se está causando en el planeta pasa por quienes producen los mayores porcentajes de emisiones que son las grandes corporaciones y parece que la única forma de hacerlos entender es aclararles que el daño sobre el único planeta que tenemos les reportará desventajas en sus ganancias. Horriblemente los detractores del informe Stern tratan de convencerlos que nuestros nietos vivirán 7 veces mejor que nosotros en vez de 6 veces, pero si no detenemos esto ahora a fin de siglo las temperaturas causarán que nuestros nietos no hereden nada.
Somos la primera especie en la Historia del Planeta que puede evitar su propia extinción ¿podremos con la responsabilidad si nuestra extinción la estamos causando nosotros mismos?
Sin embargo, el único convencimiento con los poderosos que tienen la posibilidad de revertir el daño parece ser el Económico. Es acaso más importante el daño sobre nuestros bolsillos que las vidas que significarán sobre la población humana o de las especies animales afectadas.
Al igual que cuando se empezó a ajusticiar a Pinochet por los crímenes cometidos durante su sangrienta estadía en el poder y la reacción por esto de sus partidarios, para ellos fue más cuestionable el poner en tela de juicio el enriquecimiento ilícito del que fue parte, antes de que las miles de vida que se cobraron.
La solución del cambio global no está en nosotros la gente, lamentablemente, si así fuera quizás ya habría habido una concientización mayor, el revertir el efecto que se está causando en el planeta pasa por quienes producen los mayores porcentajes de emisiones que son las grandes corporaciones y parece que la única forma de hacerlos entender es aclararles que el daño sobre el único planeta que tenemos les reportará desventajas en sus ganancias. Horriblemente los detractores del informe Stern tratan de convencerlos que nuestros nietos vivirán 7 veces mejor que nosotros en vez de 6 veces, pero si no detenemos esto ahora a fin de siglo las temperaturas causarán que nuestros nietos no hereden nada.
Somos la primera especie en la Historia del Planeta que puede evitar su propia extinción ¿podremos con la responsabilidad si nuestra extinción la estamos causando nosotros mismos?
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